La usan para divertirse, por curiosidad, porque les gusta. Están convencidos de que hace menos daño que el tabaco. Y aseguran que nadie se ha muerto por una sobredosis de la marihuana. El consumo de esta sustancia entre adolescentes y jóvenes crece año tras año de manera progresiva y acelerada, y es una gran preocupación para quienes trabajan en prevención de las adicciones.
Hoy, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, se harán distintas actividades de concientización, muchas de las cuales apuntan a esta creciente demanda de marihuana, una tendencia que viene respaldada por la aceptación social y la naturalización de su consumo. En los últimos años, de hecho, el uso de esta droga se multiplicó.
La última Encuesta Nacional sobre Consumos y Prácticas de Cuidado mostró que el 13,8% de las personas entre los 16 y 75 años consumieron marihuana. Un informe similar se había realizado en 2011 y solo el 3,2% en ese entonces había usado cannabis.
El estudio realizado por el Indec y de la Sedronar en 2023 mostró que antes de los 24 años, el 33% ya probó marihuana. Entre los 25 y los 34 aumenta el consumo. Siete de cada diez consumidores usan esta droga y beben alcohol a la vez. Ese incesante crecimiento del uso de cannabis no es observado como un factor de riesgo por los consumidores, que al mencionar las sustancias que les causan preocupación señalaron el tabaco (68,3%) y el alcohol (32%).
En Tucumán, según los especialistas, las consultas por consumo problemático de marihuana están aumentando. El psicólogo Lucas Haurigot Posse, secretario de Adicciones de la provincia, resaltó que hoy muchos jóvenes se inician en el uso de esta droga pensando que no hace daño, e incluso se ha instalado el discurso de que es más sana que fumar tabaco y que no causa adicción. Sin embargo, hay muchas personas que hoy no pueden sostener una abstinencia de esta droga, remarcó.
“La marihuana es la droga ilegal que se ha ido naturalizando y que ha tenido el mayor incremento en consumo. Esto se lo ve tanto a nivel nacional como también a nivel provincial. Esto lo acredita y lo dice el último estudio que hizo la Sedronar. El consumo ha crecido sobre todo el consumo desde los 15 años hasta los 30”, remarcó. Esta realidad también, según dijo, se está haciendo patente en todos los dispositivos de salud, y sobre todo de salud mental en la provincia.
- ¿La aceptación y la naturalización de esta sustancia es algo que debe preocuparnos?
- Sí, es algo que debe preocuparnos. La naturalización es un proceso que se da donde una práctica se vuelve cada vez más común y esto genera que no haya ningún tipo de reflexión. Hoy no se discute su consumo. Es más, está hasta poco criticado. Y hay gente que lo defiende. Y ese proceso se ha venido dando a lo largo de los años y hoy tiene, creo yo, un pico importante en cuanto a naturalización. Es preocupante, ya que no se reflexiona si es una droga complicada, que genera adicción, que genera patología a nivel cerebral, a nivel psicológico, de comportamiento.
- ¿Nos podrías contar cuáles son los riesgos de la marihuana?
- Nosotros que estamos del otro lado del mostrador, los profesionales de salud que atendemos a las personas que padecen alguna adicción, estamos viendo que muchas personas se acercan no pudiendo cortar con su consumo de marihuana, no están pudiendo manejar la situación. Y llegan a la consulta comentando que iniciaron su consumo por experimentación, porque se decía que los efectos estaban buenos, porque ya está como muy naturalizado y todo el mundo fuma, y que al pasar el tiempo se han ido dando cuenta que, bueno, no estaba tan bueno, que les generaba algunas dificultades y que no estaban pudiendo dejar de consumir. Vemos que se han empezado a volcar mucho más a la consulta, sobre todo los adultos jóvenes, planteando esa situación. Básicamente en el cuadro de consumo de marihuana lo que se ve muchas veces es una desintegración a nivel cognitivo, donde la persona, por ejemplo, de 18 o 20 años, no te puede armar un rompecabezas que quizás lo puede armar un niño. Se ven, además, cuestiones de un síndrome amotivacional; que significa que la persona pierde motivación por todo, por los estudios, por el trabajo, por la vida en sí misma. Es una persona a la que nada llama la atención, nada le interesa y lo único que le produce satisfacción es el tema del consumo de marihuana. Otro efecto que produce la marihuana también es que en algunas personas genera ideas delirantes, alucinaciones y hasta la aparición de una psicosis precoz a los 18 o 19 años, porque es como que a través de la marihuana se despiertan algunos rasgos psicóticos de la persona.
La Corte Suprema de Brasil despenalizó la tenencia de marihuana para consumo personal- ¿Tuvo alguna influencia en esto la creciente cultura cannábica?
- La cultura cannábica que está viendo los beneficios de la planta para distintas enfermedades a veces confunde a la población; no es lo mismo un aceite de cannabis recetado para una problemática determinada que fumarse un porro en marihuana. Creo que ahí nos debemos también un poco más de información. La Secretaría ha preparado ahora un video que lo vamos a lanzar por redes donde una de nuestras bioquímicas habla justamente de la diferencia entre el tetrahidrocannabinol, que es el THC, y el CBD (cannabidiol), que es el que tiene las propiedades de salud. Esta confusión ayuda quizás al proceso de naturalización que hablábamos recién. Y al estar naturalizado se genera ahí como una confusión donde no hay una mirada de riesgo, no hay mirada de peligro.
- El argumento de muchos consumidores es que nadie muere por sobredosis de marihuana, o que es menos perjudicial que el tabaco...
- Ese argumento se escucha mucho, se lo escucha mucho incluso en pacientes que llegan a la consulta y te dicen yo pensaba que realmente era así, pero se me da vuelta la situación, no estoy pudiendo manejar, me estoy sintiendo mal. Es una sustancia que tiene sus efectos y la gente está consultando cada vez más. Entonces, esto de que es más sano, de que no se muere de sobredosis, es cierto, pero también tiene todas las manifestaciones a nivel psicológico, a nivel emocional y a nivel físico que hay que tener muy en cuenta y que es una sustancia que genera adicción y que muchas personas no están pudiendo dejar de consumir, estabilizar su vida en ese sentido y se les vuelve justamente un consumo problemático porque les empieza a afectar su rendimiento intelectual en el trabajo, en los estudios, esta falta de motivación para el deporte, para actividades sanas; además de algunas dificultades a nivel vincular con su familia, con sus parejas, con sus amigos. Y está tan naturalizado que nadie reflexiona sobre esto.
Mirada minimizadora
Los expertos coinciden en que el consumo se ha naturalizado tanto que a los adolescentes les cuesta mencionar a la marihuana como una droga; lo mismo sucede con el alcohol cuya venta, además, es legal. El consumo aumenta porque hay una mirada bastante minimizadora respecto de esta sustancia, opina el psicólogo Emilio Mustafá, director de Asistencia de la Secretaría.
“Es alarmante el nivel de naturalización de la marihuana. Inclusive, muchos están instalando ya la idea entre los chicos, y no tan chicos, de que es mejor fumarse un porro que un cigarrillo de tabaco porque según dicen es más sano. Hay mucha desinformación. Está muy instalada esta idea de que la marihuana es terapéutica. Punto uno, nada que se fume puede ser terapéutico porque incorpora dióxido de carbono a tu cuerpo. Lo que por ahí se confunde en los discursos y hay que dejar bien en claro es que lo terapéutico es el aceite, no la marihuana que se fuma”, precisó.
El especialista dijo con preocupación que se está instalando como una forma de negocio en muchos barrios y en distintas clases sociales la venta de marihuana. “Y se está negando que el consumo crónico genera daño. Lo vemos a diario” , concluyó.
Consejos
Los especialistas en adicciones dan consejos para los padres sobre cómo hablar con los hijos acerca de una sustancia muy socialmente aceptada, como lo es la marihuana.
• Primero que nada hay que informarse, y nunca esconder o evadir el tema. Debe haber intercambio de miradas y llegar a la conclusión de que sea la sustancia que sea, siempre va en contra de la salud mental y de la salud en física general de la persona que consume.
• Otra recomendación: nunca arrancar una charla con un sermón, como ocurría en otras épocas. Los adolescentes de chicos manejan mucha información, y a veces saben más que el adulto. Por eso, siempre es importante escuchar para contener y orientar.
• Se aconseja no sentarse a hablar con los hijos en tono directivo porque lo más probable es que recibamos una respuesta evasiva de parte del adolescente. Hay que tratar de tener una actitud tranquila, muy abierta al diálogo y a poder escuchar al adolescente: qué es lo que piensa y qué es lo que sabe. Es preferible adoptar una postura sin prejuicios.
•No obstante, siempre conviene mostrarles a los hijos que tenemos una postura crítica frente al consumo de drogas.
• Algunas preguntas pueden servir como disparadores. Pedirles que comenten si algún amigo consumió marihuana o si vieron en televisión o leyeron.
• La edad más adecuada para empezar a preguntarles qué saben y qué opina de las drogas es cuando están la primaria, ya hoy la adolescencia se adelantó y se inicia alrededor de los 10 años.
PUNA: charla para jóvenes en el Centro Cultural Virla
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, el Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (PUNA) que dirige Carolina Schargorodsky, ha organizado una serie de actividades. Hoy a las 10, en el Centro Cultural Virla, se dictará la charla “Abordaje del consumo de sustancias”, que será dirigida por el reconocido toxicólogo Carlos Damin y tendrá como destinatario a los jóvenes estudiantes de la UNT. También en el centro cultural habrá otras actividades para generar prevención del consumo de sustancias. El PUNA se unió a la campaña global “Acompañe. No Castigue”, que busca promover el acceso a intervenciones de reducción de daños y otros servicios basados en evidencias, y eliminar la criminalización de los usuarios de sustancias psicoactivas. “Desde Argentina queremos poner en tensión el mensaje de libertad y generar conciencia crítica sobre los discursos sociales en relación a la salud mental, el consumo de sustancias y los derechos humanos. Es hora de acompañar en lugar de castigar a los usuarios de sustancias y de vincularnos desde la humanidad, la escucha empática y el diálogo consciente”, remarcaron.
Reflexiones en la plaza Independencia
Desde las 9 y hasta las 13, en la plaza Independencia habrá distintos stands de la Secretaría de Adicciones de la provincia, donde los expertos reflexionarán sobre estrategias y acciones necesarias para abordar los consumos problemáticos.
En esa oportunidad, se repartirán panfletos informativos y preventivos y los interesados podrán hacer algunas consultas relacionadas a la temática de la jornada.
Además, está previsto que se hable sobre el consumo de sustancias y también sobre adicciones sin sustancias, la ludopatía y la adicción a los videojuegos, por ejemplo.